Laguna de Uña

Enclavada en plena Serranía Conquense, la Laguna de Uña tiene enormes valores geológicos, paisajísticos, botánicos y ornitológicos.


La laguna fue generada por el cerramiento natural del valle en que se localiza, la precipitación de carbonato cálcico formó una toba calcarea que actuaba de presa natural y que embalsaba el agua en la laguna. Ya en el siglo XX, se construyó sobre la toba calcarea para aumentar el volumen de agua embalsada. La Toba calcarea que cierra naturalmente el Valle y las paredes calizas del cañon que la rodea dota a la Laguna de Uña de un elevado valor geológico y paisajístico.


Las condiciones ambientales y climáticas de la Serranía atemperadas por la Laguna y el propio Jucar hacen de la zona entorno a Uña un verdadero microclima más benigno que lo habitual en otras zonas de la serranía lo que permite una elevada diversidad botánica e incluso la posibilidad de algunos cultivos en torno a la población.


Uno de los mayores atractivos de la Laguna de Uña y sus alrrededores es la observación ornitológica, a la presencia de avaes acuáticas en la propia laguna se le unen las aves que viven en los cortados, en particular en estos se localiza la mayor buitrera de la zona con lo que el visitante puede observar, en ocasiones desde el mismo observatorio, dos comunidades ornitológicas completamente diferentes.